miércoles, 9 de diciembre de 2009

Fertilización


Las primeras fases de crecimiento de las plantas son decisivas para el desarrollo futuro. Por tanto es recomendable en el momento de las siembras utilizar un fertilizante rico en fósforo. Cuando no se haya realizado, la primera fertilización tendrá lugar cuando la planta tenga entre 3 y 5 semanas, recomendandose abonar al pie en vez de distribuir el abono por todo el terreno, ya que esta planta extiende poco las raíces.

En condiciones tropicales, los compuestos nitrogenados se lavan rápidamente, por tanto se recomienda fraccionar la aplicación de este elemento a lo largo del ciclo vegetativo.

A los dos meses es recomendable aportar úrea o nitrato amónico, repitiendo el tratamiento a los 3 y 4 meses. Al quinto mes se debe aplicar un fertilizante rico en potasio.

En plantaciones adultas, se seguirá empleando una fórmula rica en potasio (500 g sulfato o cloruro potásico), distribuida en el mayor número de aplicaciones anuales, sobre todo en suelos ácidos. Se tendrá en cuenta el análisis del suelo para determinar con mayor exactitud las condiciones actuales de fertilidad y elaborar un adecuado progarma de fertilización.

El uso de abono orgánico es adecuado en este cultivo no solo por que mejora las condiciones físicas del suelo, sino porque aporta elementos nutritivos. Entre los efectos favorables del uso de materia orgánica, esta el mejoramiento de la estructura del suelo y el aumento de la capacidad de intercambio.

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